EL ESTRÉS EN NIÑOS Y ADOLESCENTES

Los cambios de conducta son el mejor indicador para detectar si el menor está padeciendo estrés. Éste puede ir más allá del nerviosismo normal ante un examen, un encuentro deportivo o una reunión social, convirtiéndose en un auténtico problema de salud. 

Desde la APA, los psicólogos americanos apuntan a que una pequeña cantidad de estrés puede ser positivo, ya que aporta energía necesaria para superar un examen, encuentros deportivos etc. En cambio, demasiado estrés puede amplificar las dificultades sin necesidad.

Infosalus recoge diversos consejos de la Asociación Americana de Psicología sobre la manera en la que se pueden reconocer los posibles signos de estrés en los hijos. 

1. Estar pendiente de cambios negativos en su conducta
Los cambios comunes pueden incluir irritabilidad o mal humor, dejar de practicar actividades con las que disfrutaban, expresar preocupaciones a menudo etc.
En el caso de los adolescentes, si éstos expresan hostilidad excesiva hacia los miembros de la familia o, abandonan amistades de años por un nuevo grupo de amigos, son indicios de que el menor está padeciendo estrés.

2. Comprender que "sentirse enfermo" podría tener su origen en el estrés
El estrés puede manifestarse a través síntomas físicos, tales como dolores de estómago y de cabeza.

3. Examinar su relación con los demás
Pueden exteriorizar las sensaciones de estrés al expresar aspectos negativos sobre sí mismos, los otros y el mundo que les rodea.

4. Buscar ayuda
Si un padre o madre está preocupado sobre los síntomas de estrés que cree que su hijo o hija padece de forma habitual, puede ser de ayuda que consulte a un profesional de la salud mental.

Para más información, consultar el artículo en infosalus