Existen cuatro factores que deberíamos tener en cuenta a la hora de conducir un coche o cualquier otro vehículo.
1. Tensión
Solemos sentir tensión (ritmo cardíaco aumenta y los músculos se tensan). De esta forma, el cerebro entiende estos cambios como que nos estamos preparando para recibir emociones fuertes.
2. Reglas personales
Tenemos límites de velocidad, reglas que rigen intersecciones y leyes que dictan como debemos conducir. Sin embargo, muchas personas tienen su propio conjunto de reglas. Por ejemplo, mucha gente no respeta los límites de velocidad y esto lo utilizan como guía con que están dispuestos a conducir por un lugar dado.
3. Bloqueo del objetivo
Solemos tener un destino en mente, con su respectivo tiempo. En el momento en que vemos que nuestro objetivo es bloqueado, nos enfadamos. Cada luz roja que nos detiene o el conductor que va demasiado lento son barreras que nos impiden llegar a nuestro objetivo.
4. Anonimato
Los otros conductores son desconocidos para nosotros. De esta forma, solemos hacer suposiciones desfavorables acerca de por qué hicieron tal o cual maniobra, como por ejemplo "debe estar hablando por el móvil", etc.
Otro ejemplo consiste en imaginar que estás conduciendo por una autopista y vas detrás de un vehículo que conduce por debajo del límite de velocidad. En este caso, es posible que etiquetes a esa persona como un riesgo o que es un torpe y que te enfades con él. Si pensamos que esa persona fue partícipe de un accidente automovilístico, probablemente cambies la percepción.
Para más información, consultar el artículo en anexovirtual
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