Hay millones de personas que padecen depresión. De hecho, es el trastorno psicológico que más afecta a la población occidental en nuestros días, habiéndose convertido en la segunda causa de baja laboral en la Unión Europea. Pero, ¿sabemos detectar a una persona que se encuentra deprimida con el objetivo de ayudarle?
El término depresión viene del latín depressus, cuyo significado es abatido, derribado. Es decir, pérdida de interés por las actividades, sensación de incapacidad o inutilidad para afrontar las diversas demandas cotidianas etc. Además, la experta María Jesús Álava Reyes explica que todo ello produce en el sujeto una apreciación negativa de su propia persona, incrementando sentimientos de indefensión y desesperanza por su futuro, ocasionando conductas negativas y pesimistas.
La depresión es manifestada en tres niveles de respuesta, denominados cognitivo, fisiológico y motor. Estos dos últimos forman parte de la conducta observable por el resto de personas.
Macarena Fernández Hoyo describe los síntomas de la siguiente forma:
1. A nivel cognitivo o del pensamiento: percibimos el mundo y los acontecimientos de forma muy pesimista. Es decir, no encontramos sentido ni aliciente en la vida, manteniendo un elevado nivel de desesperanza sobre nuestro futuro. Sentimos que no somos capaces de atender a las diversas demandas cotidianas, llegando a pensar que somos inútiles. Pueden aparecer las ideas suicidas como posible solución a nuestra desesperada situación. En caso de mayor gravedad pueden aparecer incluso ideas delirantes y alucinaciones.
2. A nivel fisiológico: nos sentimos cansados, agotados, etc. apareciendo alteraciones del sueño, tales como insomnio o hipersomnia. Además, perdemos el apetito y el deseo sexual. Y, muchas ocasiones puede aparecer sensación de opresión en el pecho.
3. A nivel motor o del comportamiento. La pasividad es la principal característica de la persona deprimida. tenemos a aislarnos a nivel social. La evitación se convierte en la respuesta más frecuente, incluso puede producirse el abandono al trabajo.
En cuanto al trastorno bipolar o trastorno maníaco-depresivo, la fase maníaca es caracterizada por comportamientos extremos a los expuestos anteriormente. Es decir, aparece la euforia excesiva, falta de inhibición ante comportamientos, pensamientos acelerados, aumento del deseo sexual, implicación excesiva en actividades placenteras etc.
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