Tendemos a pensar una y otra vez sobre algo que nos ha pasado esa semana o ese día. Es decir, nos recreamos en los detalles, en cómo nos hubiese gustado responder o aquello que queremos hacer si llega a pasar eso que tememos. A esta tendencia se le denomina Rumiación.
La Rumiación puede llegar a ser positiva. ¿En qué momento? Cuando aprendemos de los errores que hemos cometido. EL problema viene cuando esa reflexión es excesiva y conlleva sentimientos de melancolía, enfados o nerviosismo.
La Rumiación está asociado a un estado de ánimo negativo. Las personas que rumian suelen sentirse más estresadas, teniendo visión negativa del mundo, con poca tendencia a ser activos en la solución de los problemas.
A continuación, podemos observar diferentes estrategias para reducir la Rumiación, tales como;
1. Realiza actividades que te despierten pensamientos positivos. Seguir en casa dando vueltas al mismo pensamiento no favorece, más bien todo lo contrario.
2. Pregúntate a ti mismo si lo puedes solucionar. ¿Si no tiene solución por qué seguimos dándole vueltas? ¿Te hace sentir mejor?
3. Haz deporte, ya que ayuda a reducir el estrés. Si además aprovechas para escuchar música mientras lo realizas, puede ser muy efectivo.
4. Mira los errores como oportunidades para aprender. ¿Qué es lo que he aprendido con esto?
5. Prueba a ir a terapia. Si te cuesta demasiado dejar de darle vueltas y te está causando un estado de ánimo depresivo o notas ansiedad, acude a una psicóloga.
Para más información, consultar el artículo en http://desmontandoanewton.wordpress.com
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